Como ya hemos comentando, muchos autores y la misma
epidemiología comprueban que los errores médicos son muy grandes y muy
importantes como para dejarlos pasar. Se
deben aplicar diferentes alternativas para llevar a una formación médica más
completa que tenga como objetivo final mayor seguridad para el paciente lo que
quiere decir que debemos aumentar las capacidades de los futuros médicos para
disminuir los errores. Aunque los errores médicos no solo se dan por falta de
conocimientos, sino por las grandes jornadas laborales y la gran carga de trabajo que desgastan las
capacidades del médico, el conjunto de estos factores llevan a que los médicos pongan en riesgo al paciente.
Los simuladores ofrecen al alumno la oportunidad de una
práctica constante de destrezas psicomotrices mientras se familiariza con
instrumentos y equipos, y al mismo tiempo gana experiencia en el reconocimiento
de problemas y en el desarrollo de toma de decisiones, así como en el
perfeccionamiento de técnicas y procedimientos, por lo que podemos decir que
son una herramienta muy valiosa en la formación, la cual complementa los conocimientos basados en experiencia, y
nos ponen en una situación controlada, pues el simulador nos permite aprender
de nuestros errores, sin poner en peligro ninguna vida.
Además la retroalimentación educativa es una de las
características más importantes de la educación médica basada en simulación, ya
que brindan información sobre el desempeño inmediato y permiten modificar las
estrategias de enseñanza en beneficio de los alumnos. La evaluación de las
habilidades por medio del simulador permite un cambio de la enseñanza
tradicional orientada más hacia lo cognitivo a una forma más integral de
conocimiento y habilidades clínicas simultáneas.
Muy importante hacer hincapié en la finalidad de estos
simuladores, pues se enfocan en ayudar en ayudar al estudiante a practicar
capacidad de toma de decisiones que se presentará una práctica diaria en su
vida profesional.
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